Comprar un coche de segunda mano puede ser una excelente forma de ahorrar dinero, pero también es importante asegurarse de que está en buenas condiciones. Uno de los aspectos más cruciales a revisar es el estado de los frenos, ya que es un sistema vital para la seguridad del vehículo. En este artículo te explicamos cómo verificar el estado de los frenos de un coche usado de manera sencilla, para que puedas hacer una compra con total tranquilidad.
Inspección visual de los discos y las pastillas de freno
El primer paso para verificar el estado de los frenos es realizar una inspección visual. Aunque no seas un experto, puedes notar señales evidentes de desgaste en los discos y las pastillas de freno. Para ello, lo ideal es asomarte entre las ranuras de las llantas y observar tanto los discos como las pinzas.
Los discos de freno no deben tener surcos profundos ni estar demasiado oxidados. Un cierto nivel de óxido es normal, pero si ves una capa gruesa o muy extendida, podría ser señal de que el coche ha estado parado durante mucho tiempo o que los frenos necesitan ser reemplazados. En cuanto a las pastillas, deben tener un grosor mínimo de unos pocos milímetros. Si están muy finas o desgastadas, es un claro indicativo de que necesitan ser cambiadas pronto.
Prueba de frenado en carretera
Una de las mejores formas de comprobar el estado de los frenos es hacer una prueba de conducción. En esta prueba, debes prestar atención a cómo responde el coche cuando aplicas el freno en diferentes situaciones, como en frenadas suaves y más bruscas. Si el coche frena de manera constante, sin vibraciones ni ruidos, es una buena señal.
Sin embargo, si escuchas un chirrido o un zumbido al frenar, podría ser un signo de que las pastillas están desgastadas o los discos presentan algún problema. Además, si sientes vibraciones en el pedal o el volante al frenar, es posible que los discos estén deformados y necesiten ser rectificados o reemplazados.
Comprobación del nivel de líquido de frenos
El líquido de frenos es esencial para el buen funcionamiento del sistema. Si el nivel de este líquido es bajo, los frenos pueden no funcionar de manera óptima. Para verificarlo, abre el capó del coche y localiza el depósito de líquido de frenos, que suele estar claramente marcado en la parte superior del motor.
El líquido debe estar entre las marcas de «mínimo» y «máximo» en el depósito. Si está por debajo del mínimo, puede ser indicativo de una fuga en el sistema de frenos o de un desgaste excesivo de las pastillas, ya que el nivel de líquido disminuye a medida que las pastillas se desgastan. Además, si el líquido tiene un color oscuro o sucio, es una señal de que necesita ser cambiado, lo cual es algo a tener en cuenta si compras el coche.
Evaluación del tacto del pedal de freno
Otro indicador importante del estado de los frenos es cómo se siente el pedal al presionarlo. Durante la prueba de conducción, presta atención a si el pedal de freno responde de manera firme y consistente. Un pedal que se siente esponjoso o que necesita ser presionado hasta el fondo antes de que el coche frene puede ser un indicio de que hay aire en el sistema de frenos o que el líquido de frenos está en mal estado.
El pedal de freno debe sentirse firme y ofrecer resistencia desde el primer momento en que lo presionas. Si el coche frena demasiado tarde o el pedal se hunde más de lo normal, es recomendable que un mecánico revise el sistema de frenos antes de que tomes una decisión de compra.
Revisión del freno de mano
No olvides verificar el freno de mano o freno de estacionamiento. Para comprobarlo, simplemente acciona el freno de mano mientras el coche está estacionado en una pendiente. El coche debe mantenerse en su lugar sin deslizarse. Si notas que el coche se mueve ligeramente o que el freno de mano está muy suelto, es posible que necesite un ajuste o reparación.
Un freno de mano en mal estado puede ser un indicio de que el sistema de frenos trasero no está funcionando correctamente, lo que podría suponer una reparación costosa si decides comprar el vehículo.
Verificar el estado de los frenos es esencial al comprar un coche de segunda mano. A través de una inspección visual, una prueba de conducción, la comprobación del líquido de frenos, el tacto del pedal y la evaluación del freno de mano, puedes hacerte una buena idea de si el sistema de frenos está en buen estado o necesita reparaciones. Si detectas algún problema, es recomendable que un mecánico revise el coche antes de comprarlo. Recuerda que los frenos son fundamentales para tu seguridad, y tenerlos en buen estado es imprescindible para disfrutar de tu coche de forma tranquila y segura.